- Sopla sobre mí, Espíritu Santo, para que todos mis pensamientos sean santos.
- Actúa en mi, Espíritu Santo, para que también mi trabajo sea santo.
- Induce mi corazón, Espíritu Santo, para que ame solamente a aquello que es santo.
- Fortaléceme, Espíritu Santo, para defender todo lo que es santo.
- Guárdame, Espíritu Santo, para que yo siempre sea santo.